Primer
acto
En
el club social, junto a la piscina…
A-
Bañarme?, ni hablar… se me mojaría el pelo y se encresparía.
He estado toda la semana luchando para domeñarlo. Debí de cortármelo, necesito
que un estilista me diga cómo hacerlo…no me fío de mi peluquera siempre me hace
lo mismo…tengo que darme un cambio radical, que no me reconozca ni yo misma.
B-
¡Qué dices¡, estás mucho mejor con el pelo largo,
¡qué barbaridad cortártelo¡
A-
No tengo tiempo de estar pendiente del pelo: tinte,
plancha, flequillo…me lo corto y a vivir. Lástima que no nos dejen usar el
burka, ni depilación, ni tinte ni nada…
B-
Eso, o monja de clausura.No sabes lo que dices, encima no te gustarás y tendrás que esperar
varias semanas para recuperar el corte actual.
A-
Y ya qué más dá con la edad que tengo…
B-
Precisamente
a nuestra edad no podemos ir de cualquier forma. A Manuel le va a parecer
estupendo.
A-
Prefiero la comodidad a la hermosura y además
cuándo un tío se fija…?toda la vida
luchando con los pelos y el jodido nunca se da cuenta cuando he hecho algún cambio…ni de eso ni de nada,
cuándo me pregunta por mis cosas???
B-
Cada día estás más alborotada, Manuel se fija y
mucho, siempre alaba lo que llevo puesto…
A-
me voy a callar, me voy a callar…
B-
Si mejor te callas..te he dicho miles de veces que a
Manuel le gustan las mujeres más femeninas…mira como vás…los hippys ya pasaron,
ahora él tiene otro estatus y le gustaría que su mujer …
A-
Yo no soy “SU”…soy Carlota y decido quién soy, pero
para qué hablo estas cosas con ninguno de los dos… Será que a ti te ha ido muy
bien…
B-
Yo siempre he estado en mi sitio.Puse mis
condiciones y me planté…
A-
¿Tu sitio?, querrás decir el sitio de la criada de
la casa…
B-
Ama de casa, tú qué sabes las obligaciones que eso
conlleva¡ la organización de una familia perfecta es un lujo que hay que pagar
y yo no estaba dispuesta a que alteraran lo más mínimo lo que yo había
conseguido…pero tú qué sabes de esas cosas¡
A-
Te ahogastes en tu perfección o los ahogastes a
todos…
B-
Claro lo mejor es el caos en el que tu vives…Para
eso me has llamado para darme el día?, me largo y ya está que tengo muchas
cosas que hacer no como otras…
A-
Perdona, llevas razón. Sabes lo que te digo que me
voy a dar un bañito contigo… el encrespado que aguante otro diíta.
2º acto, en la peluquería
C-
Si algo encrespado si lo tiene…
A-
Y con esta humedad es imposible en cuanto salgo a la
calle sube, sube y sube y ya no hay quien lo domine…
c- Si se lo
dejara muy largo los rizos se harían ondas y le podría quedar muy bonito…
A-
Más cómodo sería cortito, no?
c- Tendría que ser muy, muy corto.
El cambio sería radical pero le puede quedar muy bien. Ya veo que viene
dispuesta a trasformarse, está en buenas manos, la vamos a dejar como usted
quiere verse.
A-
Corto pero con flequillo, creo que me va bien, me
tapa la cara y me hace la cara más pequeña, no?
c- al
contrario, lo quitaríamos y le dejaríamos toda la cara despejada, ya verá,
lucirá ese cutis espléndido que tiene y esos ojos tan hermosos no estarán
ocultos por el pelo.
A-
Me quedará cara de torta…
c- jajaja, Déjeme hacer, podemos ir
poquito a poco, agáchese y ponga la cabeza bocaabajo…
Empieza a cortar con tijeras…el suelo es ya una montaña de pelos…
A-
Todavía me queda pelo?, pero ¿Cuánto está
cortando?...
c- Déjeme
hacer…levante la cabeza por favor..así, así…
A-
El flequillo no, el flequillo no¡¡¡
c- Tranquila, no quería estar
cómoda? Pero mire… la rejuvenece, no lo vé…?
A-
Pero si parezco de la sección femenina, cómo voy a
parecer joven?
c-jajaja…qué es eso…Lo que le dije,
le está quedando un aire mucho más moderno y deportivo
A-
Ay, dios mío, a qué parezco una entrenadora de taekwondo
yo que no muevo ni el silbato?
c- Le dá un
aire desenfadado y saludable, ve?
A-
Ay¡ que parezco un repollo¡¡
c- No
mujer…no..ya verá…le gustará…estará como quería verse…
coge la maquinilla eléctrica y rapa
hasta el final…
A- Repollo,
repollo…déjeme alguna hoja…
3º acto. De nuevo en el club
social, junto a la piscina
A-
Mimi, es que no me reconoces?, llevo un rato en la
puerta esperándote
B-
Caramba, qué cambio, ¿Cómo iba a reconocerte con ese
corte?, cómoda como querías, qué te ha dicho Manuel?
A-
Lo que tú…que no me reconocía…
B-
Normal, qué
esperabas?…tú como te vés?
A-
Estupenda, tanto que empiezo a reconocerme. No sabes
lo a gusto que me encuentro¡ Ahora ya
soy hasta capaz de ponerlo en la calle para que se busque otra a quien decirle
cómo le gusta que sea.
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